jueves, 6 de febrero de 2014

Polonia 3 Argentina 2



- Primera Ronda - Grupo D
- Sábado 15 junio de 1974
- Hora de comienzo: 18:00
- Estadio: Neckarstadion - Sttutgart
- Árbitro: Clive Thomas (Gales)
- Árbitro asistente 1: Davidson (Escocia)
- Árbitro asistente 2: Aldinger (Alemania Occidental)
- Condiciones del campo de juego: Muy buenas
- Espectadores: 31.500


Polonia
Argentina
2. Jan Tomaszewski
1. Daniel Carnevali
4. Antoni Szymanowski
20. Enrique Wolff
6. Jerzy Gorgon
14. Roberto Perfumo  X
9. Wladyslaw Zmuda
10. Ramón Heredia
10. Adam Musial
16. Francisco Sa
12. Kazimierz Deyna
5. Ángel Bargas
13. Henryk Kasperczack
6. Miguel Brindisi
14. Zygmunt Maszcyck
3. Carlos Babington  X
16. Grzegorz Lato
4. Agustín Balbuena
17. Andrzej Szarmach
2. Rubén Ayala
18. Robert Gadocha
13. Mario Kempes
DT: Kazimierz Gorsky
DT: Vladislao Cap

- Goles: 
             PT: Lato 5' (1-0), Szarmach 7' (2-0).
             ST: Heredia 15' (2-1), Lato 16' (3-1) y Babington 20' (3-2)
             
- Cambios: 
                  Polonia: Domarsky reemplazó a Szarmach (25' ST) y      Cmikiewicz a Gadocha (39' ST).
                 Argentina: Houseman reemplazó a Brindisi al iniciarse el ST; y Telch a Bargas (32' ST).

- Tarjetas:
                  Amonestados: Perfumo y Babington 
                  Expulsados: -

- Otras incidencias: -





Formación inicial -  De pie: Bargas, Wolff, Sa, Ayala y Carnevali. Agachados: Balbuena, Brindisi, Perfumo, Kempes, 
 Babington y Heredia.   Se trataba de una suma de jugadores de muy buena calidad técnica  que nada  tenía 
que envidiarle  a la mayoria de los rivales, pero sin la preparación física y táctica ideal como para
 jugar de igual a igual con los equipos europeos más poderosos.


Saludo entre dos grandes capitanes: Deyna y Roberto Perfumo (¿Fuente?)


Polonia presentó en Alemania el mejor equipo de su historia:  (de izquierda a derecha) Maszczyk, Robert Gadocha,
Musial, Grzegorz Lato, Andrzej Szarmach, Kasperczak, Szymanowski, Zmuda, Gorgon, Jan Tomaszewski y Deyna
Llegaba como Campeón Olímpico (1972)  y tras privar del Mundial (Eliminatorias) nada menos que a Inglaterra.  
Quedó afuera de la final tras un duro partido contra los alemanes y logró el tercer lugar al vencer a Brasil 
con un gol de Grzegorz Lato (mundialistasymitos.blogspot.com.ar)






Resumen del partido


Encuentro completo: aporte de Alberto Settis (¡Muchas gracias!)



  
  Alemania marcó el debut mundialista de Mario Alberto Kempes (Libro del Fútbol - Tomo II y El Gráfico) 




A poco de comenzar el partido, Kempes  -a los 19 años- estuvo cerca de abrir el marcador.
(Fotografía: Revista El Gráfico Nº 2854)



Apenas 5 minutos de juego y corner desde la izquierda para Polonia. Parece pelota segura de Carnevali. 
Es pelota segura de Carnevali. Pero inesperadamente, luego de atenazarla, da dos pasos y la pierde chocando 
con Pancho Sa. Lato, el número 16, no tiene inconveniente en empujarla. Cinco minutos, ya perdíamos...
(Texto y foto: El Gráfico)




Lato festeja su primer gol junto a sus compañeros (thevintagefootballclub.blogspot.com.ar)


 
Lato, una de las grandes figuras del partido y del Mundial, deja atrás a Ramón Heredia (izquierda). 
Francisco Pedro Manuel Sa intenta impedir un remate del mismo jugador (¿Fuentes?)



Argentina y su búsqueda desesperada. Ayala y Kempes marcados implacablemente por Musial y Gorgon.
 (Texto y foto: El Gráfico)


Lato supera a Heredia (www1.sportschau.de)



Carlos Babington mostró su clase y su talento (El Gráfico)


Nuevamente Lato y el esfuerzo de Heredia


Zbigniew Gut y Agustín Balbuena (FIFA.com)



 
Kazimierz Deyna, crack de Polonia.  El talentoso jugador  falleció  en un accidente de tráfico 
en los Estados Unidos a los 41 años (football-ratings.blogspot.com y www.thetimes.co.uk) 


Gorgon despeja ante Mario Kempes (ar.deportesyahoo.com)


El remate de Heredia  (una de las grandes figuras de este encuentro) 
se convertirá en el primer gol argentino, y el empate parecía cerca...
(El Gráfico)


René Houseman festeja el primer tanto de Argentina. Más atrás Heredia, su autor. (Enciclopedia Mundial del Fútbol)


Despeje de Gorgon. Cerca Kempes, más atrás Ayala (motiva.goal.com)


Segundo gol argentino, el de la esperanza cuando faltaban 25 minutos: Pase largo de Ayala que Kempes baja para Babington, 
que remata. Rebote en el arquero Tomaszewsky, palo, carambola. Tres o cuatro veces la pelota 
está a punto de entrar, hasta que Heredia vuelve a tocar para Babington y por fin el "Inglés" encuentra la red.
(según un relato de la revista El Gráfico número 2854 del 18/06/74)


Rubén "El Ratón" Ayala, excelente delantero 
que no brilló en este torneo  pero que  cumpliría
 una gran campaña en el Atlético de Madrid.
(PhotoSports International)


Agustín "El Mencho" Balbuena cae ante la marca de Gorgon (Storie di Calcio)



Dejemos de lado los errores, los goles que regalamos, la mufa...
¿Qué esperamos para perder el miedo?
Por Juvenal - Desde Sttutgart
(El Gráfico número 2854 - 18/06/74)


"Se dio en Alemania una de las posibilidades previstas: que Argentina terminara el primer tiempo perdiendo por dos goles para finalizar derrotada en su partido inaugural por la Copa ante un cuadro europeo. Pero se dio de la manera más inesperada, más insólita, menos previsible. No asistimos a la caída estrepitosa del cuadro que se ve avasallado por un rival superior en potencia, en dinámica, en vigor, en despliegue, en eficacia. Al contrario: nuestra selección terminó luchando y corriendo en un pie de igualdad con los polacos, y en cuanto a idea de fútbol, a capacidad de juego, niveló el partido y alcanzó a tener la iniciativa durante la mayor parte del segundo tiempo. Polonia no fue el temible adversario esperado y su triunfo no marca, de ninguna manera, un modelo a seguir, un ejemplo para imitar. Nada de eso, El resultado se fue generando en forma casi accidental, a través de errores sorprendentes cometidos por los hombres menos expuestos, por antecedentes y por condiciones, a incurrir en ese tipo de equivocaciones. Nadie puede discutir la clase de un Roberto Perfumo. Nadie ignora que Daniel Carnevali venía siendo la gran figura de la gira previa realizada por la selección argentina. Sin embargo, ellos dos, los más imprevisibles, tuvieron muchísimo que ver en los tres contrastes del arco argentino. Tanto que en un balance desapasionado, absolutamente objetivo, podemos afirmar que los cinco goles del partido los hicimos nosotros, los argentinos.

Aceptamos que los polacos pudieron convertir en otras claras chances que se les presentaron en el encuentro. Un tiro libre de Gadocha en un palo, otro de Szarmach en la base del poste, un gol salvado por Wolff casi sobre la línea luego de un dramático peloteo ante la valla argentina, y varias contenciones muy buenas de Carnevali. Si cualquiera de esas situaciones hubiera terminado en la red, no habríamos tenido nada que discutir sobre el resultado final. Y en realidad no lo discutimos. En proporción a la cantidad de llegadas que provocaron ambos equipos, el triunfo de los polacos se justifica claramente. De todos modos, los goles perdidos por Polonia fueron consecuencia de los goles convertidos. Por la influencia psicológica que tuvieron esos contrastes en el conjunto argentino. Cuando un cuadro se encuentra perdiendo por 2 a 0 a los 7 minutos de juego, como producto de dos accidentes (la pelota perdida por Carnevali en un córner aparentemente controlado sin apremios; una entrega equivocada de Perfumo seguida de una mala salida de Perfumo y una indecisa salida de Carnevali), es admisible que ese cuadro entre en el mareo, en la desconfianza, en la inseguridad. Máxime si ese cuadro no tiene la envergadura, la consistencia, la personalidad de un equipo bien plantado en la cancha.

Después, cuando el ingreso de Houseman por Brindisi le otorga otra dinámica, otra agilidad, hay repunte de hombres y hay encuentro de equipo en franca disposición ofensiva, llega el gol que achica la diferencia. Y cuando se espera la recuperación total de Argentina, porque los polacos acusan a su vez el impacto de ese golazo de Heredia, vuelve a equivocarse Carnevali en una entrega desde su área penal y la alegría no alcanza a durar dos minutos. Convengamos en que este nuevo accidente es más que sobrado motivo para  voltearle la moral a cualquiera, dejándolo sin reacción. Sin embargo, lo positivo de la selección nacional fue que no se entregó al desánimo sino que siguió luchando. De todos modos, las ventajas que dio fueron más allá de lo que normalmente pueden aceptarse en un equipo de primera línea, y el desgaste psíquico demasiado grande para que no se sintiera en el alma y en las piernas de nuestros jugadores.

Vamos a otorgarles la importancia que tuvieron a los errores, a los goles regalados y a la mufa. Pero no podemos olvidar circunstancias que no son accidentes del juego, que hacen a la estructura futbolística y mental de nuestro fútbol, que marcan una toma de posición, un concepto, una idea, un modo de ser cuya constante no se altera aunque los hechos señalen que debe ser modificada en forma radical. Los hechos, el desarrollo del encuentro, las flaquezas que mostramos al comienzo y el repunte notorio de la segunda parte, nos están indicando que es ilógico y hasta ridículo seguir teniendo miedo. El miedo engendra desconfianza, complejos y, finalmente, derrotas.

Polonia demostró que no era rival para jugarle con timidez. Todo lo contrario. Argentina demostró que cuando sale a jugarle abiertamente a cualquier adversario, ese adversario se preocupa y se altera, pierde prestancia y está expuesto a ser superado por nuestra habilidad y nuestro ingenio. En tanto los tres goles polacos fueron regalos nuestros, los dos de Argentina fueron trabajados y resueltos con calidad, con vigor.

Y entonces, ¿por qué tardamos tanto en soltarnos? ¿Por qué salimos con un planteo conservador, pusilánime, de especular mucho y arriesgar poco, más bien nada? ¿Por qué mantuvimos durante medio partido a Houseman en el banco, sabiendo que es la cuota de ingenio, de atrevimiento, de sorpresa, de locura, sana y saludable locura futbolística, que nuestro equipo necesita urgentemente para salir del molde de su rigidez y su rutina? ¿Por qué mantuvimos durante tres cuartas partes del encuentro a Bargas delante de la línea de cuatro, como improvisado volante de contención, sin ninguna posibilidad de salida y llegada ofensivas? ¿Por qué nos acordamos de ir al frente sin miedo cuando sentimos que estamos para ser goleados o para caer tristemente, resignadamente? ¿Por qué no podemos arriesgar de entrada, razonablemente, tomando las lógicas precauciones defensivas, sin regalarnos al contraataque, yendo  arriba dentro de nuestro estilo y nuestras posibilidades, jugando, buscando el claro y llegando con tres, cuatro, cinco hombres?

Invirtamos la pregunta y tendremos un panorama más claro de lo que nos conviene hacer en el futuro: ¿Qué ganamos metiendo gente atrás, sumando hombres que sepan correr rivales, que sepan destruir, que marquen, tapen y obstruyan, restando hombres que sepan crear maniobras y meter goles, si igualmente nos revientan a pelotazos o nos hacen goles por culpa de nuestros errores defensivos? Si cuando nos atacan en serio -y los polacos no son los holandeses, ni los alemanes, ni los yugoslavos, ni siquiera este pálido Brasil de hoy sin Pelé, Gerson, Tostao y Clodoaldo...- se nos mueve toda la estantería. ¿Por qué no les transferimos de una vez por todas el problema a los contrarios, poniendo jugadores que sepan atacar y yendo al ataque? ¿Qué nos podría pasar? Que nos ganen 3 a 2, como nos ganó Polonia con tres goles mufosos. Pero si atacando un poco, nada más que un poco, apenas cuando nos soltamos, como si la fatalidad nos hubiera liberado de complejos, conseguimos ese resultado, ¿qué podrá pasar el día que Argentina ataque en serio? No nos atrevemos a vaticinar victorias. Pero con seguridad que este tipo de comentarios tendrá menos excusas, menos amargura, más esperanza, más alegría y mucho más futuro."


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Mediante la revista El Gráfico, se establecieron notas numéricas a los jugadores de todos los equipos. Al ser muy útiles como referencia, a continuación las calificaciones que recibieron los participantes de este encuentro. De aquí en más, incorporaremos estos datos (de la mencionada revista y/o de algunos diarios). En los casos que no figura la calificación, es debido a que -según el medio periodístico- el jugador no actuó los minutos suficientes. 


Polonia
Argentina
Jan Tomaszewski  (6)
Daniel Carnevali  (4)
Antoni Szymanowski  (5)
Enrique Wolff  (6)
Jerzy Gorgon  (5)
Roberto Perfumo  (4)
Wladyslaw Zmuda  (6)
Ramón Heredia (8)
Adam Musial  (5)
Francisco Sa (5)
Kazimierz Deyna  (8)
Ángel Bargas (4)
Henryk Kasperczack  (6)
Miguel Brindisi (4)
Zygmunt Maszcyck  (6)
Carlos Babington (7)
Grzegorz Lato  (8)
Agustín Balbuena (6)
Andrzej Szarmach (6)
Rubén Ayala (5)
Robert Gadocha (6)
Mario Kempes (6)
Jan Domarsky (5)
René Houseman (7)
Leslaw Cmikiewicz (-)
Roberto Telch (-)

                                                        
                                                   Figura del partido: Kazimierz Deyna
                                                             Calificación del partido: Bueno
                                                                       Árbitro: Regular







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