martes, 21 de enero de 2014

Testimonios -1966- (III)





"Esa selección argentina, sin Lorenzo, 
pudo disputar la corona mundial"
Por Osvaldo  Ardizzone
(De 1893 a 1981 Toda la Historia de la Selección Argentina)



"A veces me pregunto -y no solo por el deleite de establecer paralelos- si aquella selección que fue a Inglaterra en el sesenta y seis fue inferior a la campeona en el setenta y ocho. A mi juicio, no. Al menos en la calidad individual de los jugadores. Pero se desangró en el proceso previo, en los cambios de directores técnicos, en la llegada postrera y nefasta de Juan Carlos Lorenzo y en el desamparo que padeció en todo el proceso, mucho más si lo comparamos con la sobreprotección que aseguró cada paso de la selección-Menotti más el privilegio de ser local. Vuelvo a puntualizar que no me impulsa ningún sentimiento mezquino, sino, justamente, el de justicia. A tal punto que, con la conducción del mismo Menotti -el de antes- pudo alternar en los partidos decisivos. Pero aquella selección estaba enferma de mala conducción oficial y, posteriormente, por la misma influencia oficial, concluye por reagravarse en su estado por el bacilo-Lorenzo que contaminó las mentes de ese miedo que, además de intimidar, subalterniza, humilla, menoscaba, inferioriza. ¿Acaso ya no habíamos experimentado con Lorenzo en el sesenta y dos cuando fuimos tristemente eliminados en la primera ronda? Una delegación sepultada en las brumas de Rancagua. Temerosa. Desamparada. Susurros. Cuchicheos. Formaciones insólitas. Esquemas pusilánimes. Todo eso ocurrió en el sesenta y dos. ¿Y en el sesenta y seis, qué podíamos esperar? 

¿Quién urdió esa gira previa tan penosa, sin rivales de jerarquía, pernoctando en hoteles 'dudosos' por Copenhague, Torino, por desoladas comarcas austríacas donde se competía con equipos formados por obreros de fábricas que llegaban a una canchita 'de provincias' acompañados por la familia y provistos de una cesta con la merienda del fin de semana? Y, como saldo grotesco del absurdo, Juan Carlos Lorenzo que agrede y pretende destruirle las cámaras de televisión a un periodista alemán, acusándolo de espía; de picados con obreros.. Además de incorporar, solapadamente, a un guardián italiano para vigilar la conducta de los jugadores, lo que provoca un 'amotinamiento' en el plantel en el plantel encabezado por Artime, Rattín y algunos más del grupo de 'los viejos'. Con ese clima llegamos a Londres, donde la delegación, extenuada, debió admitir un homenaje a Canning propiciado por el presidente designado por A.F.A., Menéndez Behety, antes de establecerse en Birmingham, subsede argentina. Ya había llegado Valentín Súarez, como amable componedor, pero su gestión no alcanzó ninguna influencia en las decisiones de Juan Carlos Lorenzo...


Ardizzone (1919-1987) fue un prestigioso y aún hoy admirado periodista, escritor y poeta. Trabajó en El Gráfico cuando
 Dante  Panzeri  era el director de la revista.  Fue miembro del Gran Jurado Konex de 1980, además de redactor en  Goles Match, 
Tiempo Argentino, Humor y la agencia Noticias Argentinas (www.diariopopular.com.ar)



¿El despojo de Wembley? ¿La influencia de la corona en el arbitraje de Kreitlein? No...Todo leyenda. Pretextos para justificar el fracaso. Chauvinismo para que la Avenida Generl Paz reciba a los jugadores como víctimas de un despojo del que Rattín fue el símbolo y el árbitro alemán el verdadero verdugo...

Pero todos los que estuvimos en Wembley nos retiramos del estadio sabiendo el porqué de la derrota argentina. Fue la desalentadora culminación de un proceso al que los jugadores fueron ajenos. Fue la consecuencia de una prédica sustentada por el temor, por el miedo, que fecundó en un complejo de inferioridad. Por eso, después de esa notable producción frente a los alemanes -clasificados subcampeones-, después de tolerar y por momentos prevalecer en una lucha áspera, jugada a todo ritmo, vamos a Wembley a disputar el todo o nada para el pasaporte a los cuartos de finales, a expresar un fútbol pusilánime, un fulbito ejecutado por experimentados intérpretes, pero que solo se atreve hasta tres cuartos de cancha, que solo espera la remota quimera de un triunfo en el veredicto de la moneda...

¿Era superior el equipo inglés al argentino? No, a mi juicio no lo era. Al menos no admitía ese cotejo de jugador a jugadores en los valores de Roberto Perfumo, de Albrecht, de Silvio Marzolini, del mismo Pipo Ferreiro, con menos fama pero que no tembló ante el legendario Wembley...En el medio la entrega generosa del 'Indio' Solari, la presencia del 'Rata', el talento y la calidad de Ermindo Onega, el oficio de Gonzalito para robar y esconder la pelota. Y nos quedaba, allá adelante, la extravagancia de Bernao, el gol de Luis Artime, la potencia de 'Pinino' Más. Era un equipo que disponía de esos destacados atributos de la personalidad, del peso físico, que se balanceaban con la riqueza técnica de muchos de sus hombres. Pero estaban mal trabajados en la mentalidad y en el pizarrón. Lorenzo transformó en Wembley en una cnacha al cincuenta por ciento. Adelante, unos metros más allá del círculo central, la soledad de Artime separado de 'Pinino' por otros cuarenta metros. El resto bien agrupado cuidando la pelota más que la misma vida. La entrega más larga con un recorrido de tres metros y, si era posible, optar por el retroceso antes que por 'el préstamo lateral'. Así fue que escondimos la pelota setenta de los noventa minutos. Al cabo, un ollazo de los tantos que tiró Inglaterra, como vehículo ofensivo, encontró la cabeza de Hurst y al 'Tano' Roma debajo del travesaño...

Muchos 'conservadores' argumentaron que si salíamos al ataque los ingleses nos habrían goleado. Según mis memorias, esa selección argentina, sin Lorenzo, pudo disputar la corona mundial. Del equipo ingés solo recuerdo a Bobby Charlton y al arquero Banks...






2 comentarios:

  1. Estupenda nota del maestro Osvaldo Ardizzone. Si tuvieras más notas del maestro, me agradaría que las publicaras, del tema que fuere, o me las enviaras por e-mail. Curiosamente, es muy escaso lo que pude obtener por internet. Igual que notas de Diego Lucero. Imposible encontrar una en la web.
    Reafirmando lo explicado por "el maestro" agrego un comentario que leí, alguna vez (allá lejos y hace mucho tiempo) que creo que era de Pinino Más. El decía que Lorenzo no quiso que atacáramos a Alemania porque, si le ganábamos y, ganábamos la zona, nos tocaría jugar con Uruguay. Y el "Toto" le tenía tal terror a los uruguayos, que prefería ser eliminado en cuartos de final por el local, a arriesgar a jugar dichos cuartos, contra Uruguay. No me pidas la fuente de esa nota, ni siquiera te puedo asegurar que fuera el Pinino el que lo dijo. Sí recuerdo que era un delantero de aquel equipo. Y, recordando que Artime nunca hablaba, deduzco que debió ser Pinino. Pero no te lo firmo ni a palos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que de Ardizzone debo tener algo más publicado en El Gráfico o en alguno de sus suplementos. Sobre Lucero recuerdo un libro: "Siento ruido de pelota", una recopilación de notas publicadas en distintos medios.
      Argentina no tenía nada que temer. Era lo suficientemente fuerte en esos años (especialmente de 1964 al 66).Tal vez Lorenzo creyó que aquí le perdonarían menos ser eliminados por los uruguayos que por los ingleses, no sé...
      De todas maneras, cómo cambian las miradas: En el 66 Argentina perdió 1 a 0 con Inglaterra, logró el 5º puesto en la Copa y los jugadores fueron recibidos como héroes. Hoy, una derrota contra los ingleses significaría una tristeza infinita, además del hecho de que si no llegamos a semifinales -a criterio de muchos- nuestra actuación no tiene valor..... ¿Nadie puede reconocer que en el mundo existen al menos entre 8 y 10 selecciones que pueden enfrentarnos de igual a igual, con lo que se deduce que tenemos tantas posibilidades de ser 1º como 10º? Como siempre, exceso de soberbia, falta de humildad, desmedida exigencia y desvaloración de los logros. Ejemplo: en los tres últimos Mundiales no bajamos del 6º lugar (6º -invictos, a pesar de no ser campeones-, 5º y 2º -récord de minutos sin recibir goles desde el segundo gol de Nigeria hasta el gol alemán-), algo jamás logrado. Pero bueno, si hay un tema para polemizar, refutar ideas y no ponerse nunca de acuerdo, ese es el fútbol argentino, ja, ja... Saludos!

      Eliminar